Una decisión que cambiaría mi vida, o al menos lo poco que queda de ella desde que me abandonaste.
Era hora de ser valiente, de saber que hacia falta un cambio drástico para encontrar la felicidad que hacía tiempo había perdido, y que hay más drástico que un avión, un millar de kilómetros y otro país. La nueva vida que estaba buscando, que necesitaba, una vida donde mi pasado atormentase en menor medida mi presente. Puesto que es imposible matar algo que ya esta muerto, algo como el amor que un día, me atrevo a decir, que a ambos nos hizo muy felices.
Aunque sea difícil buscaré lo más parecido a esa felicidad, solo o junto a otra persona, pero estoy seguro de que no malgastaré mucho más tiempo recordando a alguien que disfruta de lo que dice que es una vida mejor en brazos de otro.
No pienso despedirme, puesto que eso tratándose de ti es imposible, pero tal vez el tiempo ya haya hecho su trabajo y ya no duelas como antes.
Este es mi nuevo camino, difícil de recorrer y con alguna cicatriz más, pero con más ganas que antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario