Cada vez que me sonríe se me para el corazón.
¿Cómo será?
Mi cabeza comienza a montar la mayor película romántica de la historia. Una frase perfecta que rompe el hielo, seguida de su preciosa sonrisa y una mirada cómplice que contestan sí a esa pregunta que aún no me he atrevido a formular.
Y sin saber como, todo ha seguido por el camino que esperabas.
Ahí estáis los dos frente a ese café, que no es más que una escusa para volver a verse, esperando el primer beso.
Paseando por la playa en una preciosa noche de verano suena esa canción que tanto te encanta. Ella al ver tú sonrisa no puede evitar la suya mientras te mira a los ojos diciéndote, me encanta esa canción, ¿bailamos?. Intentas no pisarla haciendo que bailas pensando que es imposible que sea más perfecta.
El tiempo pasa y sigues frente a ella, poniéndole nombre a vuestros hijos sin dejar de mirarla como el primer día... Sí, aquel día...
Tropiezas tras un fuerte frenazo que te devuelve a la realidad para ver como ella se baja del autobús en esta parada y tú otra vez solo has sabido imaginar y guardar silencio.
Diario de un Pensamiento Perdido
Se me ha perdido un sentimiento entre las letras.
domingo, 30 de junio de 2013
martes, 25 de junio de 2013
Mi Realidad
Acostumbrado en los últimos tiempos a escapar de la realidad, parece que se termina otro camino o tal vez solo este escapando del frío.
Vuela en mil aviones de papel donde escribe lo mucho que la echa de menos. Ella, su realidad, o al menos la que él desea. Una realidad que se niega justo a eso, a ser real. Una realidad dibujada en su piel para no olvidarla jamás, una realidad que ansia vivir por encima de todos sus sueños, una realidad que le susurra, pero ni le llama ni le despierta. Una realidad que le confunde tanto o más que sus sueños.
Esa realidad que de real solo tiene el nombre que él le puso para no llamarla por el suyo, para no llamarla amor, para no confundirla con un sueño inalcanzable y verla con los ojos abiertos.
Porque ella era lo único que a la vida le daba sentido. Rebusca en la memoria el rincón donde perdió la razón, y lo encontró donde se le perdió cuando le dijo que no.
Ella es mi realidad, esa de la que escapo por no serlo, esa que se resiste a ser sueño inalcanzable. Ella que es un destino al que no llegan ninguno de mis aviones de papel.
Él se vuelve duro como una roca, sino puede acercarse ni oír los versos que le dicta su boca. Y ahora que no le queda nada, ni dar, la parte de dar que a él le toca. Por eso no ha dejado de andar y sigue buscando su destino, viviendo en diferido sin ser, ni oír, di dar...
A cobro revertido quisiera hablar con ella y así sintonizar.
Ella, la realidad con la que sueña pero que no deja de ser eso, un sueño.
Vuela en mil aviones de papel donde escribe lo mucho que la echa de menos. Ella, su realidad, o al menos la que él desea. Una realidad que se niega justo a eso, a ser real. Una realidad dibujada en su piel para no olvidarla jamás, una realidad que ansia vivir por encima de todos sus sueños, una realidad que le susurra, pero ni le llama ni le despierta. Una realidad que le confunde tanto o más que sus sueños.
Esa realidad que de real solo tiene el nombre que él le puso para no llamarla por el suyo, para no llamarla amor, para no confundirla con un sueño inalcanzable y verla con los ojos abiertos.
Porque ella era lo único que a la vida le daba sentido. Rebusca en la memoria el rincón donde perdió la razón, y lo encontró donde se le perdió cuando le dijo que no.
Ella es mi realidad, esa de la que escapo por no serlo, esa que se resiste a ser sueño inalcanzable. Ella que es un destino al que no llegan ninguno de mis aviones de papel.
Él se vuelve duro como una roca, sino puede acercarse ni oír los versos que le dicta su boca. Y ahora que no le queda nada, ni dar, la parte de dar que a él le toca. Por eso no ha dejado de andar y sigue buscando su destino, viviendo en diferido sin ser, ni oír, di dar...
A cobro revertido quisiera hablar con ella y así sintonizar.
Ella, la realidad con la que sueña pero que no deja de ser eso, un sueño.
jueves, 20 de junio de 2013
Todo pasa por escribir(te)
Al fin lo hice, no se porque tanto miedo. Si, miedo. Tengo muy claro que síndrome de página en blanco no era. No se cuantos grandes pensamientos y grandes historias he podido dejar de escribir estos días, tampoco se el número de comienzos que he olvidado hasta decidirme a empezar a escribir de nuevo otra vez.
Por desgracia acaba de volver uno a mi memoria, y digo por desgracia porque es el mismo de siempre. Esa maldita sensación de dolor y tristeza al escribir, la sensación de escribir para huir de ti es la misma que más me hace recordarte.
Definitivamente esta parece que es la gran causa de que ya no escriba con tanta frecuencia, ese bloqueo de coger el bolígrafo e instantáneamente pensar en ti. Pensar en ti, en lo lejos que estás y lo mucho que me gustaría estar a tu lado. Pensar en ti me roba lo que estoy viviendo y disfrutando.
No soy capaz de plasmar en esta hoja que soy feliz, que quiero estar aquí y que estoy disfrutando de unos días maravillosos con dos grandes amigos. No puedo escribir sobre mis viajes, ninguno de ellos. Ni esos de cientos de kilómetros haciendo auto-stop, ni de otros tipos de viajes que tienes sin moverte en el mausoleo musical de un granjero hippie cuando tu amigo toca el piano y le pone banda sonora a todos los grandes momentos que has vivido a su lado. ¡NO!
Nada, ni siquiera una llamada inoportuna, ni un amigo desafinando tocando una flauta cambian las cosas. Cambian que este feliz, triste o simplemente que ahora mismo no estoy.
No cambia nada, las cosas van bien hoy aunque a veces no sea capaz de verlo.
Pese a todo parece que algo seguirá igual (por mucho que se esfuercen tus amigos en no desafinar), escribir me recuerda mucho a ti.
Pero bueno, parece que mis amigos se esfuerzan en cambiar algo y me ayudan a recordarte con una sonrisa de verdad.
Por desgracia acaba de volver uno a mi memoria, y digo por desgracia porque es el mismo de siempre. Esa maldita sensación de dolor y tristeza al escribir, la sensación de escribir para huir de ti es la misma que más me hace recordarte.
Definitivamente esta parece que es la gran causa de que ya no escriba con tanta frecuencia, ese bloqueo de coger el bolígrafo e instantáneamente pensar en ti. Pensar en ti, en lo lejos que estás y lo mucho que me gustaría estar a tu lado. Pensar en ti me roba lo que estoy viviendo y disfrutando.
No soy capaz de plasmar en esta hoja que soy feliz, que quiero estar aquí y que estoy disfrutando de unos días maravillosos con dos grandes amigos. No puedo escribir sobre mis viajes, ninguno de ellos. Ni esos de cientos de kilómetros haciendo auto-stop, ni de otros tipos de viajes que tienes sin moverte en el mausoleo musical de un granjero hippie cuando tu amigo toca el piano y le pone banda sonora a todos los grandes momentos que has vivido a su lado. ¡NO!
Nada, ni siquiera una llamada inoportuna, ni un amigo desafinando tocando una flauta cambian las cosas. Cambian que este feliz, triste o simplemente que ahora mismo no estoy.
No cambia nada, las cosas van bien hoy aunque a veces no sea capaz de verlo.
Pese a todo parece que algo seguirá igual (por mucho que se esfuercen tus amigos en no desafinar), escribir me recuerda mucho a ti.
Pero bueno, parece que mis amigos se esfuerzan en cambiar algo y me ayudan a recordarte con una sonrisa de verdad.
viernes, 28 de diciembre de 2012
La Noche Eterna. Allí Donde Solíamos Quedar.
Nado en mi obsesión, otra vez.
Puede que me este equivocando, aún así mi cabeza por fin se encontraba lo suficientemente bien como para tenderle la mano al corazón y ayudarlo a levantar.
Cuando el corazón vio que podía mantenerse en pie me pidió arreglar unas cosas que ambos sabíamos que estaban mal.
Horas pensando, comentando, pidiendo opiniones y tratando de hacer las cosas muy a mi manera. Finalmente así fue, a mi manera, en el último momento. Empece escribiendo con miedo, con la sensación de estar haciendo lo incorrecto y aún así no poder dejar de hacerlo, algo que pensé que me ayudaría a cerrar una de las mejores etapas de mi vida (o tal vez solo era otro estúpido e inconsciente intento de recuperarla, no estoy seguro).
Pensaba que en todo momento tendría la situación bajo control, que conseguiría esa paz conmigo mismo, pero creo que todo eso lo perdí cuando le di a enviar. De haberlo sabido habría sido distinto (lo dudo, quizás).
Fue una espera de pocos minutos tan agónica como eterna. Miles de preguntas y respuestas entraban y salían de mi cabeza a una velocidad lejos de la normal. ¿Tal vez hacia falta más tiempo?, ¿más distancia?, ¿cirugía?, ¿tal vez sobraba?... ¿quién sabe?
Pero había que recordarte sonriendo, con esos preciosos ojos verdes diciendo algo que no fuese, márchate. Había que despedirse de ti como una persona de tu importancia merece.
Mientras seguía esperando esa oportunidad de decir adiós pensaba en guardar todos esos sentimientos y esas palabras que hacen de las despedidas un mal rato.
Ahí estaba, con la falsa ilusión de ser alguien mejor que yo que no te dolerá esta vez, sin saber que eso ya no importaba.
No puedo creer que seas tú (tiemblan mis cimientos), en la misma esquina donde años atrás te bese prometiéndote que no te haría daño. Dos niños jugando a quererse, sin el miedo que hay ahora. Sin ese miedo que te ayuda a hacer promesas que tal vez no seas capaz de cumplir (una promesa que solo fui capaz de cumplir aquel día 13), promesas que ahora no soy capaz de hacer.
Es raro verte desde aquí, fingiendo que ya no siento nada, intentando no abrazarte y besarte mientras hablamos a menos de un metro de distancia.
Hablamos de todo y de nada, de todos esos versos tejidos con las faltas de una chaval. Todo eso que dices haber leído se escapa a mi control, y se que solamente ese grito no servirá, pero siento un afecto por tu parte que jamás hubiese esperado. ¿Queda algo?, ¿ya no hay nada?, ¿tal vez solo meros recuerdos?...
Tú no lo ves así y siempre va a ser así.
Con la sensación de haber hecho demasiado y sintiendo que nada ha servido. Aparece alguna promesa sin fuerza entre todas nuestras despedidas fallidas (tal vez debí hacer una, "prometamos no prometer nada, así esta noche no será eterna, será solo un bonito recuerdo que tal vez podamos olvidar"). Mil despedidas fallidas porque pese al miedo de mostrar mis sentimientos falta el beso. Ese que das por no arrepentirte, por necesidad, puede que justo de amor para no volver a sentir dolor.
Me voy, con buen sabor de boca tras besar tus labios, pero con esa sensación otra vez, esa esperanza de no perder lo poco que pueda quedar, de que tal vez aún nos quede tiempo. Pero, la misma voz en off que antes me decía que si, ahora me grita que no. Me guardo mis promesas, mis te quiero, guardo todas esas palabras que se quedarían cortas tratando de explicar lo que siento por ti. Porque ya no quedan locas ideas, y si te quedas atenta podrás ver que no quiero marcharme y que parezca que la herida ya no sangra, pero debo hacerlo.
(La música que ayudo a escribir esto)
(La música que ayudo a escribir esto)
viernes, 21 de diciembre de 2012
¿Quién soy?
¿Que puedo decir de Dibujo_?, ¿qué puedo decir de La_Gravedad?, ¿qué puedo decir de mi?...
Llevo mucho tiempo buscándome a mi mismo, tratando de cambiar esa tristeza que dejaste en mi vida con tu adiós (¡por qué diablos siempre terminas apareciendo tú!).
Estuve / Estoy muy anclado a tu recuerdo (durante mucho tiempo). He tenido / Tuve que cambiar mi vida drásticamente.
[Pero siento que ya lo tengo, que estoy cerca, que he dejado de ser ese viejo encerrado en el cuerpo de un adolescente. Estoy viviendo, experimentando sin miedo. Tengo un gran plan en el que no apareces tú.
He madurado (aunque a veces no lo parezca), voy a viajar, voy a pedir mil veces perdón, voy a ser feliz sin ti.
He volado lejos, tratando de olvidarte y solo pienso en volver. Vivo una vida que no me convence, que no me hace feliz, es muy difícil ser feliz sin ti. Solo busco escusas para volver a verte. Te echo tanto de menos.
Tanta lluvia, tantos días grises, no ayudan...]
No se que sera de mi [(sin ti.) / (, pero seguiré adelante.)]
Solo el día a día decidirá quien soy, que seré. Tal vez Dibujo_, tal vez Gravedad, un poco de ambos, ninguno.
Sea lo que sea seguiré mi camino / queriéndote.
Llevo mucho tiempo buscándome a mi mismo, tratando de cambiar esa tristeza que dejaste en mi vida con tu adiós (¡por qué diablos siempre terminas apareciendo tú!).
Estuve / Estoy muy anclado a tu recuerdo (durante mucho tiempo). He tenido / Tuve que cambiar mi vida drásticamente.
[Pero siento que ya lo tengo, que estoy cerca, que he dejado de ser ese viejo encerrado en el cuerpo de un adolescente. Estoy viviendo, experimentando sin miedo. Tengo un gran plan en el que no apareces tú.
He madurado (aunque a veces no lo parezca), voy a viajar, voy a pedir mil veces perdón, voy a ser feliz sin ti.
He volado lejos, tratando de olvidarte y solo pienso en volver. Vivo una vida que no me convence, que no me hace feliz, es muy difícil ser feliz sin ti. Solo busco escusas para volver a verte. Te echo tanto de menos.
Tanta lluvia, tantos días grises, no ayudan...]
No se que sera de mi [(sin ti.) / (, pero seguiré adelante.)]
Solo el día a día decidirá quien soy, que seré. Tal vez Dibujo_, tal vez Gravedad, un poco de ambos, ninguno.
Sea lo que sea seguiré mi camino / queriéndote.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Otra noche igual
Noches que deberían sentar bien después de un día de esos que no termina de ser malo, pero cada cosa que ocurre te cansa un poco más.
Noches en que la puta lluvia lo jode todo, noches en las que tienes que ser un maldito androide más para no explotar.
Hoy es de esas noches que serán como la de ayer, ante ayer y la anterior.
Pero ya no quedan fuerzas para una más, no puedo, no quiero otra noche igual.
Otra noche harto de esta vida que no se hasta que punto deseo, harto de que mis paredes solo me hablen de ti.
No quiero más noches de lluvia, necesito una pequeña dosis de felicidad para poder continuar.
Noches en que la puta lluvia lo jode todo, noches en las que tienes que ser un maldito androide más para no explotar.
Hoy es de esas noches que serán como la de ayer, ante ayer y la anterior.
Pero ya no quedan fuerzas para una más, no puedo, no quiero otra noche igual.
Otra noche harto de esta vida que no se hasta que punto deseo, harto de que mis paredes solo me hablen de ti.
No quiero más noches de lluvia, necesito una pequeña dosis de felicidad para poder continuar.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Maldita Dulzura
Él, con su corazón del que solo quedan cenizas, con ese miedo a caer al intentar volar otra vez, con su miedo a ser olvidado le dijo...
Hablemos para no oírnos, bebamos para no vernos, que hablando pasan los días que nos quedan para irnos. Yo al bucle de tu olvido, tú al redil de mis instintos.
Él que por mucho que le duela aún la quiere le dijo.
Maldita dulzura la tuya, maldita dulzura la tuya, maldita dulzura la tuya...
Ella, cansada de todas sus historias que ya conoce, cansada de ser dolor. Solo quiere que levante la vista y la vuelva a mirar. No puede esperar eternamente y le dice...
Me hablas de ruina y espina, te clavas el polvo en la herida, me culpas de las alturas que ves desde tus zapatos. No quieres hablar del tiempo aunque este de nuestro lado.
Y hablas para no oírme, y bebes para no verme, yo callo y rió y bebo, no doy tregua ni consuelo no es por maldad lo juro, es que me divierte el juego.
Ella, que sabe lo que en realidad significa tanto para él, le dice...
Maldita dulzura la mía, maldita dulzura la mía, maldita dulzura la mía.
Me hablas de ruina y espina, te clavas el polvo en la herida, me culpas de las alturas que ves desde tus zapatos. No quieres hablar del tiempo aunque este de nuestro lado.
Y hablas para no oírme, y bebes para no verme, yo callo y rió y bebo, no doy tregua ni consuelo no es por maldad lo juro, es que me divierte el juego.
Ella, que sabe lo que en realidad significa tanto para él, le dice...
Maldita dulzura la mía, maldita dulzura la mía, maldita dulzura la mía.
Ellos, que se quieren, algún día terminaran diciendo juntos...
Maldita dulzura la nuestra.
Etiquetas:
Annie B Sweet,
Dulzura,
Él,
Ella,
Maldita,
Vetusta Morla
jueves, 13 de diciembre de 2012
Despedida. Parte 2
Ya se han ido, y en ningún momento he sido capaz de verlo venir, ni siquiera ahora soy capaz.
Es una sensación tan rara, tristeza y un gran vació mezclado con esta extraña sensación de felicidad, de que algo nuevo a comenzado.
Nunca pensé que alguien pudiera cambiar tantos aspectos de mi vida, pero ellos lo han hecho, cada uno a su manera, cada uno con su forma de ser.
Soy otro después de ellos, me siento mejor después de ellos. Siento que ese niño con alguna que otra idea alocada ha crecido un poco, siento que ya no tengo que esperar a que nadie se digne a seguirme porque creo que ahora he conocido a cuatro alocados que me han abierto las puertas de su camino y que siento que merece la pena seguir.
Y dentro de esta triste despedida, como casi todas, esta la parte buena. El comienzo de una gran amistad.
Disfrutad de vuestro viaje amigos, con un poco de suerte nos vemos en unos meses.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Despedida. Parte 1
Que hago yo ahora con cien mil sitios donde ir y ninguno donde sienta que encajo con naturalidad.
Por un lado tú, que eres siempre tú mezclada con esas ganas de lograr lo imposible. Por otro lado ellos, el mundo y lo que quiero llegar a ser.
Posiblemente sean las personas con las que más he conectado en mi vida, y eso no es algo fácil, más esa sensación de ganar tanto marchándome.
Y aún no se porque sigo dudando, y como siempre en cada duda apareces tú y la sensación de perder algo que ya esta perdido.
Quiero vivir, pero el problema es que aún te quiero demasiado como para hacerlo.
Por un lado tú, que eres siempre tú mezclada con esas ganas de lograr lo imposible. Por otro lado ellos, el mundo y lo que quiero llegar a ser.
Posiblemente sean las personas con las que más he conectado en mi vida, y eso no es algo fácil, más esa sensación de ganar tanto marchándome.
Y aún no se porque sigo dudando, y como siempre en cada duda apareces tú y la sensación de perder algo que ya esta perdido.
Quiero vivir, pero el problema es que aún te quiero demasiado como para hacerlo.
Etiquetas:
amigo,
Carta,
Despedida,
Donde,
Ella,
Pensamiento,
Sentimiento
martes, 11 de diciembre de 2012
Carta a un amigo
Amigo, te escribo para contarte como me va, tal y como prometí.
La ciudad como te dije la última vez que nos vimos ya no me trata tan mal, he tenido la suerte de conocer a muchas personas que hacen más llevadera mi estancia aquí.
El trabajo va bien, si sigo así probablemente consiga todas esas locas metas que te he ido contando.
Tengo que decirte que ya no eres la única persona con la que tengo contacto de allí. Ella a vuelto a aparecer.
Sabes, como ya te conté que intente cerrarlo la última vez que estuve allí, pero no se como todo salio al revés. Desde que volví poco a poco he ido hablando con ella. Primero eran pocos mensajes preguntándonos que tal iba todo, pero ahora ella ha invadido mi espacio en internet, y ni he querido, ni he sabido decir que no.
No se que pensaras acerca de esto, pero tú mejor que nadie sabes lo que siento por ella, tú me has visto con la sonrisa mas grande y con la cara mas triste.
No se que piensa ella cuando hablamos, si sus respuestas a mis preguntas significan lo mismo para ella que para mi. Cada vez que hablamos del pasado siento que la herida se abre un poco más, y me da miedo no estar dándole importancia a eso. Pero lo que mas temo es que un día me hable para contarme que alguien ha aparecido en su vida.
Amigo, dame tu valiosa opinión respecto a esto, aunque me temo que al final el corazón hará lo que le de la gana, como siempre.
PD: ¿Tú cómo estás?
La ciudad como te dije la última vez que nos vimos ya no me trata tan mal, he tenido la suerte de conocer a muchas personas que hacen más llevadera mi estancia aquí.
El trabajo va bien, si sigo así probablemente consiga todas esas locas metas que te he ido contando.
Tengo que decirte que ya no eres la única persona con la que tengo contacto de allí. Ella a vuelto a aparecer.
Sabes, como ya te conté que intente cerrarlo la última vez que estuve allí, pero no se como todo salio al revés. Desde que volví poco a poco he ido hablando con ella. Primero eran pocos mensajes preguntándonos que tal iba todo, pero ahora ella ha invadido mi espacio en internet, y ni he querido, ni he sabido decir que no.
No se que pensaras acerca de esto, pero tú mejor que nadie sabes lo que siento por ella, tú me has visto con la sonrisa mas grande y con la cara mas triste.
No se que piensa ella cuando hablamos, si sus respuestas a mis preguntas significan lo mismo para ella que para mi. Cada vez que hablamos del pasado siento que la herida se abre un poco más, y me da miedo no estar dándole importancia a eso. Pero lo que mas temo es que un día me hable para contarme que alguien ha aparecido en su vida.
Amigo, dame tu valiosa opinión respecto a esto, aunque me temo que al final el corazón hará lo que le de la gana, como siempre.
PD: ¿Tú cómo estás?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)